El sol nunca se esconde, no se va, ni se oculta… el sol negro siempre está ahí y sigue irradiándonos desde el interior de la tierra, si el sol amarillo nutre nuestro cuerpo y a las plantas; el sol negro nutre a los pantanos y a las sombras, a toda esa biodiversidad de lo oculto.
La llegada del sol negro (la noche) es el inicio de la “hora mala”, sin embargo, esta no se trata de una hora especifica, es en realidad el momento justo de confluencia para que todo se dé y para que los espectros puedan aparecer. En algunas zonas rurales de Colombia la llegada de la “hora mala” es también semejante a los “toques de queda” que son horario impuesto por grupos armados al margen de la ley para que nadie salga de sus casas.
Las cascadas son espectros con agenciamiento, son flujos continuos de energía que se renuevan a cada instante, son entornos precisos para que la confluencia se dé, permitiendo así a los aparicionistas tomar imagen y quizás llegar a ser vistos. No se trata de apariciones meramente malignas o benignas ya que la energía es tanto positiva como negativa. Quien dirige el cauce es quién decide si dicha energía es potencializadora o destructora.
Todo mapeo es un ejercicio de separación, un acto colonizador que busca la diferenciación, el paisaje es también un concepto occidental de un entorno dominado y dispuesto para la contemplación, más no para la relación. En un entorno vivo y relacional las montañas nunca han tenido forma de montañas.
Esta escultura es un ejercicio para ampliar el espectro de una montaña en movimiento, un punto energético emanándose hacia el cielo.
El sol nunca se esconde, no se va, ni se oculta… el sol negro siempre está ahí y sigue irradiándonos desde el interior de la tierra, si el sol amarillo nutre nuestro cuerpo y a las plantas; el sol negro nutre a los pantanos y a las sombras, a toda esa biodiversidad de lo oculto.
La llegada del sol negro (la noche) es el inicio de la “hora mala”, sin embargo, esta no se trata de una hora especifica, es en realidad el momento justo de confluencia para que todo se dé y para que los espectros puedan aparecer. En algunas zonas rurales de Colombia la llegada de la “hora mala” es también semejante a los “toques de queda” que son horario impuesto por grupos armados al margen de la ley para que nadie salga de sus casas.
Las cascadas son espectros con agenciamiento, son flujos continuos de energía que se renuevan a cada instante, son entornos precisos para que la confluencia se dé, permitiendo así a los aparicionistas tomar imagen y quizás llegar a ser vistos. No se trata de apariciones meramente malignas o benignas ya que la energía es tanto positiva como negativa. Quien dirige el cauce es quién decide si dicha energía es potencializadora o destructora.
Todo mapeo es un ejercicio de separación, un acto colonizador que busca la diferenciación, el paisaje es también un concepto occidental de un entorno dominado y dispuesto para la contemplación, más no para la relación. En un entorno vivo y relacional las montañas nunca han tenido forma de montañas.
Esta escultura es un ejercicio para ampliar el espectro de una montaña en movimiento, un punto energético emanándose hacia el cielo.