El sol nunca se esconde, no se va, ni se oculta… el sol negro siempre está ahí y sigue irradiándonos desde el interior de la tierra, si el sol amarillo nutre nuestro cuerpo y a las plantas; el sol negro nutre a los pantanos y a las sombras, a toda esa biodiversidad de lo oculto.
La llegada del sol negro (la noche) es el inicio de la “hora mala”, sin embargo, esta no se trata de una hora especifica, es en realidad el momento justo de confluencia para que todo se dé y para que los espectros puedan aparecer. En algunas zonas rurales de Colombia la llegada de la “hora mala” es también semejante a los “toques de queda” que son horario impuesto por grupos armados al margen de la ley para que nadie salga de sus casas.
Texto María Isabel Rueda.